Encuentra un lugar tranquilo para realizar tu ritual, de preferencia cuando sepas que nadie va a molestarte.

Limpia tu espacio, a tu persona y tus herramientas con tu técnica favorita: puedes sahumar, encender incienso, crear un círculo de sal, lo que tu prefieras.

Coloca la vela frente a ti en un plato, porta velas o un vaso resistente al calor. Úngela con el aceite esencial que hayas elegido mientras consagras la vela para el amor propio. Rodea la vela con un círculo de sal rosa, esto es para protección de tu ritual. Las rosas o pétalos de rosas pórtalas en tu cabello, en tu altar o a tu alrededor.

Enciende la vela y comienza a meditar sobre las cosas que te gustan de tu persona, desde lo físico a lo espiritual. ¿Te gusta tu cabello? ¿Eres una persona graciosa? Cuando te sientas pleno o plena, escribe en la hoja de papel la lista que resultó. Espero haya sido una lista muy larga, ámate mucho.

La  lista puedes colocarla en un lugar donde la veas seguido, como en tu espejo en tu habitación o en el baño. 

También puedes guardarla en tu altar, o pegar notitas con las características en varios lugares de tu hogar.