Realizar las limpiezas y recargas que usualmente hacemos antes de hacer magia. Crear un círculo de protección de la manear en que más nos guste. Puedes invocar a tu círculo las deidades, guías o entidades con las que trabajes. Como recomendación: usa un escudo que se mueva contigo.

Abre todas las ventanas de tu casa para que entre la luz. Enciende el incienso de copal para dar ambiente mientras haces tu rutina de limpieza habitual. Cuando termines, y el incienso se termine, toma tu sahumerio de salvia y romero y enciéndelo en el contenedor  resistente al fuego.

Desde la última habitación de tu hogar, sahuma cada esquina de la habitación, ve haciéndolo en sentido contrario de las manecillas del reloj, iniciando con la primera esquina cercana a la puerta.

Si quieres puedes visualizar como la energía sale de tu hogar, o recitar algún mantra u oración. Repite en cada habitación de tu hogar hasta que te sientas bien con la energía que se quede.

Para finalizar, deja las ventanas abiertas un par de minutos para que termine de irse lo malo. Después puedes desechar las cenizas en la taza del baño, o dejarlas lejos de tu hogar, si lo deseas puedes hacer sal de bruja con ellas. Depende ti.

No olvides retirar tu escudo de protección al finalizar.

Adicional: Puedes poner unas gotas de aceite esencial o macerado de clavo en tu agua para trapear la casa, esto ayuda a exorcisar las malas energías.