Realizar las limpiezas y recargas que usualmente hacemos antes de hacer magia. Crear un círculo de protección de la manear en que más nos guste. Puedes invocar a tu círculo las deidades, guías o entidades con las que trabajes.
Encenderemos las velas, decretando protección y ayuda para nuestro ritual. Si tenemos una deidad con la que trabajemos, es momento de pedirle su ayuda. Con la misma llama de las velas encenderemos el incienso o las hierbas secas de albahaca (algunas personas usan discos de carbón) en un contenedor resistente al fuego.
Colocaremos las 10/12 monedas en nuestro altar formando un círculo, y colocaremos la ceniza del incienso o de las hierbas encima de cada una de ellas, mientras visualizamos como estas monedas se multiplican, crecen y nos brindan bienestar.
Decretamos: «Que el bienestar que brinden estas monedas se me devuelva multiplicado en riquezas. Así sea, así es.»
Esas monedas vamos a donarlas a personas en situación de calle o a asociaciones benéficas de causas que nosotros defendamos. Yo las añado al tarro de la abundancia.
Finalizar el ritual agradeciendo, despedir a quienes nos ayudaron y cerrar el círculo mágico.